La música nos regala la armonía, y la armonía no es más que el sonido de nuestra alma al son del alma del resto de los seres vivos, de la naturaleza, del cosmos y del más allá.
El Naad y Mantra Yoga es otro método de yoga. Todas las ramas del Yoga utilizan Mantras, pero dos de ellas, Bhakti Yoga y Mantra Yoga, buscan llegar a la liberación espiritual a través de la entonación de Mantras.
En esta práctica se parte del cuerpo físico como instrumento musical: la voz y el cuerpo entero como caja resonante. Se medita y se llega a la meditación entonando Mantras y sonidos puros, internalizando y expandiendo en el propio cuerpo, vibraciones sonoras sutiles que tienen la capacidad de sanar.
El Mantra es una vibración sonora pura que libera a la mente. Nos dirige a un estado de conciencia más alto y conecta con el plano espiritual. Cantando, el cuerpo y campo de energía resuenan, el propio ser se alinea y sincroniza con la energía de los sonidos que emite.
Las vibraciones de los mantras tienen la capacidad de afectar directamente las propias estructuras y patrones mentales, los espacios corporales inhabitados o bloqueados, y llegan directamente al alma.
Estudios Científicos
El uso del sonido para la sanación, se ha utilizado en todas las culturas antiguas. En nuestros tiempos aquellas tradiciones fueron redescubriéndose a partir de numerosos estudios científicos que han abierto las puertas a las “Terapias de sonido”. Investigadores como Fabien Maman, Alfred Tomati y Masaru Emoto, entre otros, han explicado en términos científicos, cada uno desde su campo, los grandes efectos del sonido en nuestro cuerpo físico, mental y espiritual.
Fabien Maman descubre y demuestra cómo los sonidos acústicos generan efectos en las células de nuestro cuerpo. Descubrió que el color y la forma de cada célula y su campo energético sutil o aura cambiaban de acuerdo al tono y timbre de cada nota musical. Y descubrió también que cuando la célula sentía “afinidad vibratoria” con cierta nota, el aura de la célula se transformaba adquiriendo la forma de un mandala con vívidos colores.
Alfred Tomati logró que sus descumbrimientos fueran probados científicamente, pasando a formar parte de “Comunicados” en la Academia de Ciencias y la Academia de Medicina de París en 1957 y 1960, comunicados que recibieron el nombre de “Leyes Tomatis”: “La voz reproduce sólo lo que el oído oye” – “Si modificamos la audición, se modifica instantáneamente e inconscientemente la voz”.
Por su parte Masaru Emoto estudia al agua, y descubre el diferente impacto que genera en la misma su exposición a palabras de amor o a palabras de odio, a oraciones o a peleas. Así es como descubre que en los casos de armonía y de amor, en el agua se desarrollaban preciosos cristales, mientras que en el caso contrario los cristales no aparecían. Aproximadamente el 70% del cuerpo humano esta compuesto por agua, porcentaje que varía según la edad de la persona y el estado de salud en que se encuentre.