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¿Qué hacemos en una clase habitual?

 

Asanas – Posturas físicas: Las asanas son posturas físicas. Habitamos cada postura más o menos tiempo dependiendo del momento de la clase, habiendo tiempos de quietud y permanencia en las asanas, y otros de mayor movimiento en los que se entrelazan las posturas de manera dinámica con movimientos fluidos, suaves y concentrando siempre nuestra atención en la respiración profunda. 

 

Debemos adoptarlas siempre de manera que nos resulten cómodas y relajantes, sin exigencias ni competencia. Las posturas físicas que realizamos son para el bienestar de todo nuestro ser, no para agrandar nuestro ego ni para lastimarnos. El énfasis está puesto en el principio de Ahimsa - No violencia: Respetamos los límites de nuestro cuerpo. El avance en la práctica es gradual, poco a poco el cuerpo va adaptándose a las asanas. Conociéndolas y explorándolas en el tiempo, el cuerpo cede, se afloja y relaja con mayor facilidad, sosteniéndonos siempre de la Respiración por nariz, profunda, lenta y uniforme. 

 

 

 

 "Practica, practica, practica ...y todo llegará"  

Sri Krishna Patthabi Jois

 

Practicando Hatha Yoga partimos de nuestra parte física practicando Asanas (posturas físicas) y Pranayamas (ejercicios respiratorios) que benefician tanto aspectos físicos como energéticos, emocionales, mentales y espirituales. A medida que vamos avanzando en la práctica de los mismos, el cuerpo se va relajando y acomodando con mayor soltura en cada asana, nuestra mente se libera y el espíritu se siente liviano y pleno.

 

Cuidamos y ejercitamos el templo de nuestro cuerpo, brindándole limpieza y pureza para que la energía vital, la kundalini, pueda circular fluidamente, liberándonos de tensiones y obstáculos corporales que impiden su sano fluir. Lo flexibilizamos y se flexibilizan la mente y los pensamientos.

 

Con los ejercicios respiratorios aumentamos nuestra capacidad pulmonar, nos oxigenamos, purificamos y aprendemos a controlar nuestra energía y pensamientos.

 

El Hatha Yoga favorece el desarrollo de la Concentración y el aquietamiento de la mente, llevándonos al goce de bellos momentos de silencio, Meditación y Relajación conectándonos plenamente con el aquí-ahora.

 

 

“Ha” significa Sol y “Tha” significa Luna. Hatha Yoga significa la unión del Sol y la Luna, es decir de las polaridades: femenino – masculino, actividad – pasividad, microcosmos – macrocosmos, cuerpo físico – espíritu, etc. Practicando Hatha Yoga, conocemos y dominamos las dualidades de la existencia encontrando la Unión en nosotros mismos (cuerpo, mente y alma) y de nosotros con el Universo.

 

 

A nivel físico

 

Ampliación de la movilidad

Fortalecimiento muscular y flexibilidad general

Mejora la postura y la alineación corporal

Corrección gradual de desvíos en la columna

Mejora en el balance y la coordinación

Mejora de la circulación sanguínea y linfática

Estimulación sobre los órganos internos, mejora la digestión 

Tonificación del sistema nervioso

Regularización del sueño

Favorecimiento del sistema endócrino y neurológico

Aumento de la eficiencia cardiovascular y respiratoria

Fortalecimiento del sistema inmunológico

 

 

A nivel emocional,

mental y espiritual

 

Mejora del autoestima y seguridad en uno mismo

umenta la energía

Reducción del estrés y la tensión emocional

Desarrollo de estabilidad

Reducción de estados de fatiga y ansiedad

Mejora de la concentración, la memoria y la atención

Autoconocimiento

Desarrollo de actitudes resilientes, creatividad

Relajación

Equilibrio

Desarrolla la intuición

Agudiza el intelecto

 

Beneficios que

otorga la Práctica

Practicando Pranayamas (ejercicios respiratorios), ampliamos la capacidad pulmonar, nos oxigenamos y eliminamos el aire residual depositado en los pulmones. Se purifican así nuestros alvéolos pulmonares, vasos sanguíneos, nervios y nadis.

 

Además de estos beneficios físicos y energéticos, los Pranayamas tienen un efecto relajante sobre la mente tendiendo a suspender sus modificaciones (el ir y venir de pensamientos). Nos enseñan también a controlar la propia energía y pensamientos del cuerpo mental.

 

Dharana – Concentración: Pasando continuamente de un pensamiento al otro, mirando tele, hablando de más y haciendo muchas cosas al mismo tiempo, la energía cotidianamente se dispersa y malgasta. En el mundo moderno se circula por la vida desconcentrado, con tanto convocando la propia atención a la vez, que al final no se está atento ni presente en nada. En las clases de yoga se busca la Concentración de la energía. La misma práctica desarrollada en el tiempo lleva a aquel objetivo de estar concentrados, es decir, de estar plenamente presentes en lo que sea que estemos realizando o no realizando. Hay ejercicios y modos específicos para practicarlo, una buena herramienta durante la clase es la de estar siempre atentos a las necesidades del propio cuerpo, cómo se siente, dónde hay tensión, cómo puedo relajarlo, qué detalles mejoran la postura, detectar fuerzas opuestas, etc. De esta forma se habita el presente y la mente se fija en ese punto sin desvariar. Otra forma es la de volver siempre sobre la respiración, tomando conciencia de realizarlo profundamente en cada postura y sintiendo su sonido en la respiración Ujjai. Se puede prestar atención a los latidos del propio corazón, o mirar un punto fijo sin pestañear en cada postura (Tratak), mirando la luz de una vela, una imagen o un color.

 

Dyana – Meditación: Meditar es entrar en un espacio interno de no mente, esto quiere decir que se vivencia la experiencia de la meditación una vez que se logran suprimir las modificaciones de la mente, el ir y venir del pensamiento.

 

La mente es movimiento, por lo tanto siempre algo va a aparecer, más la búsqueda está puesta en no identificarse con ningún pensamiento en particular. Mirando todo desde afuera como si aquellos pensamientos no me pertenecieran, como si fuera una película con imágenes que van pasando simplemente los observo hasta que en un momento me doy cuenta de que ya no están.

 

Los tres primeros sutras de los “Yoga Sutras” de Patanjalis dicen: 1- Ahora (empieza) la enseñanza del Yoga. 2- El Yoga es la supresión de las modificaciones de la mente. 3- Entonces el Vidente permanece en su propia naturaleza.

 

En la meditación entramos en contacto profundo con nuestro ser interior independientemente de nuestro cuerpo y de nuestra mente. Es un momento de profunda paz en el que la mirada va hacia adentro. Avanzando en la práctica del yoga, la disponibilidad a este estado va creciendo y la meditación llega de manera natural. Es simplemente estar, habitar el profundo ser, nuestra verdadera esencia.

 

Las asanas y los pranayamas realizados correctamente y de manera conciente nos predisponen a la meditación.

 

Intentamos que la clase entera de yoga sea una gran meditación, que cada asana sea una puerta en la que pueda encontrar ese espacio interior. La constante reconexión con las sensaciones corporales, con la respiración y con la emotividad que emerge, nos enraiza al momento presente, llevándonos a un estado de No mente y llevándonos al SER, So Ham Sat Chitta Ananda, Yo Soy Conciencia Existencia y Dicha.

 

Yoga Nidra - Relajación: Al final de la práctica suele darse una relajación que puede ser dirigida o no. Se relaja profunda y concientemente cada músculo, y la energía fluye cómodamente alojándose en cada recoveco corporal y allí donde más se la necesita. El cuerpo distribuye y absorbe toda la energía que se concentró durante la clase. Relajadas, las células se oxigenan; Los centros de energía (chakras) circulan vívidamente; Se reactiva la energía, revitalizándonos. 

 

El Yoga Nidra es la entrada a un sueño conciente, rumbo al límite entre estar despiertos y dormidos; Es un sueño reparador en el que conectamos con las partes más sutiles de nuestro ser. Despertando nuestro inconsciente, reconectamos con nuestros potenciales ocultos, la creatividad, la capacidad de sanarnos y de viajar a otros tiempos y espacios de nuestro ser. Accedemos a nuevas dimensiones. Físicamente se regula nuestro metabolismo, el ritmo cardíaco, la respiración... Se disuelven las tensiones físicas, mentales y emocionales.

 

Las posturas son físicas pero principalmente mentales, por ejemplo, en el las Tolasanas – Equilibrios, se trabajan los cambios de eje corporal. De esta manera, la mente se concentra en la búsqueda del equilibrio y atenta en ese solo punto se equilibra ella también, encontrando la manera de adaptarse con facilidad a ese cambio en la clase, practicando esa postura, y en la vida.

 

Cada día es único y particular, nuestro cuerpo y nuestra mente están diferentes cada día también; Es decir, no siempre el cuerpo se siente igual ni las posturas nos van a salir de la misma forma. Por eso es importante aprender a escucharnos. Si en la clase de hoy no me salen los equilibrios, tomo aquello como una oportunidad para escucharme en esa acción de intentar y caer, de intentar y perder el equilibrio. Intento escuchar qué me pasa internamente con eso simplemente dejándolo ser. Eso es ya bastante trabajo y sobre todo, muy sanador.

 

 

Vinyasanas: Las Vinyasas son series de posturas entrelazadas. Cuando practicamos con Vinyasas los movimientos se dan de manera continua y en relación constante con la respiración. Cada movimiento va de la mano de una inhalación (puraka), exhalación (rechaka) o retención del aliento (kumbakha) según se indique. La meditación se encuentra en el movimiento y en el fluir armonioso de los movimientos del cuerpo en completa sintonía con la respiración. Las clases de Vinyasa Flow o de Ashtanga Yoga que siguen este principio, suelen ser fuertes, se transpira mucho y se libera así el cuerpo de toxinas, eliminando todo lo que está de más, limpiando. La respiración Ujjai es la indicada, inhalando y exhalando por nariz sintiendo un sonido que se genera desde la garganta por la compresión voluntaria de la glotis. Se oye así un sonido cual viento. Esta respiración ayuda a reactivar la energía, pudiendo sostener las asanas más exigentes y el constante fluir del Flow. Además es una meditación en sí misma, un modo de estar siempre atento a la respiración, sintiendo su sonido. En estas clases se genera mucho calor corporal, energía solar.

 

 

Pranayamas – Control de la respiración, de la energía vital: El Prana es la “fuerza vital que penetra todo el cosmos e impregna todas las cosas animadas e inanimadas”, es la energía que nos nutre. Lo obtenemos del aire que respiramos, de los alimentos sanos, la energía solar, los pensamientos y más, pero es más sutil que el oxígeno y que cualquier proteína o carbohidrato. El Prana circula a través de los nadis (canales de mayor sutileza que las venas) y los chakras (centros de energía) de nuestro cuerpo energético.

 

 

 

 

 

HATHA YOGA

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